Para los que no han leído Persuasión, de Jane Austen, Anne
Elliot es la segunda hermana de una familia que se está quedando sin dinero
pero sigue aprovechando los lujos de su recuerdo. Como segunda hermana pasa
desapercibida entre Elizabeth, su hermana mayor y la mano derecha de su padre y
Mary, quien luego de casarse piensa que el mundo tiene que estar pendiente de
ella y que por eso debe abusar de su hermana cada vez que la necesita; pero a
decir verdad, Anne es la única que se encarga de todo.
La historia comienza con el traslado de la familia
Elliot hacia Bath, lugar que Jane Austen odiaba personalmente, y con la noticia
de que la familia de él ocupará la
casa donde ella creció.
El es Frederick Wentworth y Anne aún lo ama.
Hace ocho años ellos se conocieron y se enamoraron.
Ilusionados con la energía ciega que solo da el amor, el primer amor, pensaron en casarse. Pero Anne, persuadida de que
sería mejor para ambos, para él y su carrera, seguir caminos separados; lo
rechazó.
Este es un libro de segundas oportunidades, de
aquellas oportunidades que actualmente la vida no te da. Las distancias, la
bulla y el tiempo que corre como si lo estuvieran persiguiendo con un cuchillo
no permite ya este tipo de reencuentros.
Cuando los caminos de Anne y Frederick vuelven a
cruzarse, ella está aún enamorada y él, al parecer, solo despechado.
Dolorosamente él ni siquiera parece recordarla y ella, en su soledad abnegada,
se lo permite ya que si él ha sufrido la mitad de lo que ella ha tenido que
sentir pues es un castigo que ella está dispuesta a pagar. Pues fue ella quien
forzó la separación en un principio.
El primer amor es verdad que no se olvida. Y si se
olvida alguna vez es que han pasado muchos muchos años y probablemente perdiste
la memoria. El eco de su sensación y los colores de su recuerdo son algo que el
alma siempre quiere volver a sentir. Pero primer amor solo hay uno. No se
vuelve atrás después de el. Tú ya has cambiado cuando te das cuenta.
Después de ocho años en silencio el corazón de Anne
puede volver a vivir y a doler con solo su presencia. Porque es mejor sufrir en
su presencia que en su ausencia.
“Unos meses más, y él
tal vez pasee por este mismo lugar”.
A Anne se le presenta la oportunidad de salvar su
historia y recuperar el amor que creyó perdido y después de ocho años en
silencio decide vivir. Ella no es una guerrera, al menos no de las que toman
sus mejores armas y salen a la conquista. No. Pero ella con su carácter
bondadoso y su temple natural le muestra a la vida y a él que si siguió ese mal
consejo y lo rechazó no fue por egoísmo puro sino por amor.
(imagen: Amanda Root y Ciarán Hinds en la versión del 95, mi favorita)
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